Vecinos de Alcorcón en Alerta por la Oleada de Radares Móviles en la Búsqueda de Infracciones de Tráfico
En las últimas semanas, la localidad de Alcorcón se ha visto inmersa en un clima de preocupación y descontento debido a una notable proliferación de radares móviles operados por la policía local. Vecinos del municipio han expresado su inquietud y frustración, particularmente en las redes sociales, donde las denuncias sobre la presencia de estos dispositivos se han hecho cada vez más frecuentes.
Un ejemplo claro de esta situación se dio a conocer a través de una publicación en Facebook, donde un vecino alertaba de un radar de velocidad oculto entre dos coches en la Calle Juan Ramón Jiménez número 18, informando que estaba operativo en ese mismo momento. El post, específicamente mencionaba: “Radar velocidad control municipal calle Juan Ramón Jiménez número 18 está ahora mismo 16 horas 50 minutos. Cuidado”.
La reacción de los alcorconeros no tardó en manifestarse, con comentarios que reflejan una acusada indignación. Muchos acusan a la administración local de enfocarse en medidas recaudatorias en lugar de abordar problemas de seguridad ciudadana más graves. “Qué sinvergüenzas… Llevan una temporada a hacer caja por todas partes,” señala una de las respuestas, apuntando a las “limitaciones absurdas” y “controles constantes” como tácticas para aumentar las arcas municipales. Además, el comentario sugiere que se está desatendiendo el crimen más serio, como el tráfico de drogas, en favor de sancionar a ciudadanos comunes.
Otro vecino critica la elección de los lugares de control, sugiriendo que hay áreas como “la rotonda del charrito” donde la presencia policial es menos intensa y quizás necesaria. Estas opiniones apuntan a un sentimiento general de que la policía local podría estar más interesada en la emisión de multas que en la prevención del delito.
Esta situación ha llevado a una convocatoria por parte de los vecinos para que el Ayuntamiento de Alcorcón reconsidere su estrategia de control de tráfico y se centre más en la seguridad pública integral. Mientras tanto, la comunidad sigue vigilante y alerta ante la presencia de nuevos radares, compartiendo información y consejos entre sí para evitar sanciones que consideran injustas.
La policía local no ha emitido una declaración formal en respuesta a estas quejas, y la tensión entre los ciudadanos y las autoridades parece estar en aumento. Los residentes de Alcorcón esperan una solución que equilibre la necesidad de mantener las calles seguras sin sentirse injustamente perseguidos por aquellas autoridades encargadas de su protección.
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