Cantaba Antonio Machín aquella hermosa canción cuyo título “Toda una vida”, ilustra a la perfección la preciosa historia de amor de Sacramento y Ramón, un entrañable matrimonio, casados desde hace 54 años, cuya vida también ha estado marcada decisivamente por la A.D. Alcorcón. Es por ello que el título de “alfareros ejemplares” con el que les hemos querido reconocer, sea también más que merecido.
“Pues sí, toda una vida es la que llevamos siguiendo y animando al Alcorcón, como si fuese el primer día”, aseguran al unísono. Y es que, prácticamente desde la fundación de nuestro club, esta simpática pareja siempre ha estado ahí, “en los momentos buenos, los regulares y los menos buenos, hiciese frío, lluvia, nieve o calor, en cualquier circunstancia, pero siempre, muy orgullosos, desde hace 48 años con nuestro Alcorcón, que ha sido nuestro punto de unión”.
Incidiendo en este argumento, y con un punto de emoción en sus palabras, Ramón subraya que “La A.D. Alcorcón es una unión total para nosotros. Igual que estamos unidos como matrimonio, estamos unidos al Alcorcón. Y ya que hablamos de amor, lo que más nos gusta es estar el uno con el otro y si el Alcorcón nos da para estar juntos, bienvenido sea”, manifiesta nuestro abonado número 13.
Sacramento, que es la abonada más antigua de nuestra entidad, (posee el carnet número 16), confiesa que empezó a ir al fútbol por acompañar a Ramón “y reconozco que pronto me empezó a gustar el ambiente y los partidos. No me pierdo ni uno del Alcorcón, aunque ya, por nuestra edad, no podamos viajar como quisiéramos, pero lo vemos por la televisión”, apunta con una sonrisa.
Ramón, cuya locuacidad y expresividad nos hace vivir y sentir en primera persona su pasión alfarera, asegura que, “pase lo que pase, y mientras podamos, siempre estaremos con nuestro Alcorcón, como ha ocurrido en el pasado. Todo lo hemos superado y aquí estamos para seguir apoyando y animando a nuestro equipo, para seguir diciendo aúpa Alcorcón”.
En todos estos años son numerosos lo recuerdos y anécdotas que han vivido. Puestos a rememorar, Sacramento se queda con el día que grabó un vídeo con unos de sus ídolos, “Rubén Sanz. Ejercí de su madre en el vídeo y fue una experiencia muy divertida. Es una gran persona”, señala nuestra protagonista, mientras que Ramón escoge dos momentos, “como son el tener la suerte de compartir tribuna en el estadio junto a un mito de este club como es Aparicio y, cómo no, el Alcorconazo, que tanto nos marcó”.
Otro de los momentos que ambos viven con especial ilusión, es el día de partido. “Sobre todo cuando eran a las 12:00h. Tenemos un ritual, y antes también con nuestros hijos, que era levantarnos, prepararnos, venir al estadio, disfrutar del partido, aunque no siempre saliese bien y luego ir a comer todos juntos. Son momentos que siempre quedarán en nuestra retina, al igual que esos preciosos momentos que hemos vivido junto a las grandes amistades que hemos hecho en el estadio, porque en el fútbol también se hacen muy buenos amigos”, recalca Ramón.
Fieles a nuestros colores, Sacramento y Ramón también han sabido transmitir ese amor alfarero, no solo a sus hijos, sino también a sus familiares más cercanos y amigos: “Mi nieta, que tiene 15 años, siempre que marca gol el Alcorcón me avisa por teléfono, aunque lo estemos viendo. Está muy pendiente del equipo porque lo ha vivido desde pequeñita.”, afirma y concluye nuestra querida pareja de alfareros ejemplares.
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